octubre 18, 2017

Aprendiendo a vivir el mundo de Riley. // Disney y la nostalgia de los 90.




En estos últimos años me he puesto a ver cómo es que se está jugando en la televisión, el cine y los sistemas de streaming, con un sentimiento tan común y frecuente que creo que, cuando se dieron cuenta del hecho, decidieron explorarlo tanto como se pudiera... y tuvieron éxito.

La RAE define "nostalgia" como "Pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos" o "Tristeza melancólica originada por el recuerdo de dicha pérdida". Sin embargo la nostalgia va más allá de sólo la patria, deudos o amigos, muchas veces nos lleva a momentos vividos y que, al paso del tiempo, se van o que simplemente han cambiado. 

Hace casi tres años, escuché que habían iniciado las grabaciones de la secuela de uno de los grandes éxitos de Disney de los 90's "Aprendiendo a vivir" ("Boy meets world"), una de mis series favoritas que no me perdía en mis épocas de adolescente. El nuevo show se llamaría "Girl meets world (en latinoamérica "El mundo de Riley") y sería la vida de la hija de Corey y Topanga, los protagonistas de la serie noventera.

Seré sincera, me emocioné y grité mucho, aunque después de eso me puse escéptica. Una continuación no siempre es lo que uno piensa o imagina, (digo, para eso existen los fanfics) así que traté de esperar a que saliera la serie en Disney Channel y poderla juzgar.



Hace menos de un mes terminé de ver la serie y me quedé con sentimientos cruzados. Pero bueno, antes de empezar les daré una pequeña sinopsis.

Riley es una chica que vive en Nueva York con sus padres y su hermano menor. Ella, junto con su mejor e inseparable amiga Maya, se tienen que enfrentar a la vida de adolescente desde su particular y siempre optimista punto de vista. Conoce el amor, refuerza la amistad de quienes la rodean, se enfrenta a situaciones chuscas y a veces profundas, y además tiene que ir a la escuela secundaría donde su padre, Cory, es el profesor de historia quien más que fechas y memorizaciones, les enseña sobre la vida.

Básicamente es el mismo plot de la serie noventera, sólo que con el punto de vista de una chica y con smarth phones.

Voy a ser muy honesta: me gustó, pero no lo amé. 

¿Por qué? Fácil, porque usan las mismas situaciones que usaron en los 90. En algunas era una calca descarada en la que sentí que les faltó originalidad.


La amistad de Riley y Maya es una copia idéntica a la de Cory y Shawn. Los Mathews siempre han estado en buenas familias, rodeados de amor, comprensión, regaños y aprendizaje, es decir: una familia modelo. En tanto que los Hunter son familias rotas en las que uno de los padres decidió abandonarlos, por lo que sus problemas emocionales se externan de forma rebelde, sarcástica y hasta un poco violentos, envidiosos y molestos por la vida que les tocó. Juntos, ambas combinaciones, son una mezcla perfecta. Los Mathews son la parte relajada y soñadora, los Hunter son los realistas y entrones a la vida, por lo que uno sin el otro no funcionan.

La familia Mathews es, como ya había dicho, la familia perfecta. Tanto los ahora abuelos, como los ahora padres de Riley. Comprensivos, amorosos y enamorados. La única diferencia, quizás la más notable, es que se puede notar una diferencia entre los oficios de las 2 parejas. Mientras que los padres de Corey son un gerente se supermercado y una ama de casa, los padres de Riley son dos profesionistas, un profesor de Historia y una SUPER abogada (pongo el super en mayúsculas porque desde el inicio se reafirma esto). En lo particular, me denota el cambio generacional que vivimos en la actualidad en donde se nos marca más la evolución de la mujer como una profesional y no sólo ser una ama de casa. Además Topanga siempre fue demasiado inteligente y ese futuro era el correcto al que se le marcó desde la serie de los 90.

Las clases de la escuela, en los 90 y en esta serie, son las mismas. ¿Cuándo fue que el Maestro Feeny dio de verdad clase? bueno, al igual que el Maestro Corey Mathews, ambos se dedicaron a hacer referencias que llevaría a sus alumnos siempre a aprender una lección de vida. Como se habrán podido percatar, ambos tomaron el papel del otro, o como diría el dicho: "el alumno se volvió el maestro", ¿y porqué no? que se sigan y siempre sean el maestro de los protagonistas. Aunque, para ser honestos, el papel de Cory como maestro era como el de un bufón donde los propios alumnos se tomaban a broma su clase, en tanto que el Maestro Feeny era todo lo contrario, serio, imponente y de armas tomar si se metían con él. Por lo que claro que Riley aprendió de su padre como profesor, pero apuesto que Cory aprendió más de Feeny como profesor, vecino y amigo de toda la vida.



Ni qué decir de situaciones, vestuario, gags que usaron en ambos indiscriminadamente. Sé que yo, junto con la llamada generación Millenial, eramos el target de "Aprendiendo a vivir" y que para "El mundo de Riley" el target haya sido justo la generación que nació después del año 2000. Por lo que nunca les tocó ver la serie y por ende para ellos todo era nuevo.  Pero a veces parecía que los escritores dijeron: "pues si dio risa en los 90, va a dar risa ahora", y hacían copy paste de escenas completas, con diálogos, escenografía y a veces el mismo vestuario incluidos.

Eso no quiere decir que no se podían hacer guiños de referencia con la serie de los 90, como por ejemplo hacer uso de los "guantes de plata" del padre de Cory que me pareció magnífico, pero a veces hacían un abuso indiscriminado, como por ejemplo cuando llegan a la escuela y se dan cuenta que van a estar separadas Maya y Riley y de pronto aparece un mar de gente que las separa. Una escena idéntica a la de Cory y Shawn. A veces se me hacía gracioso, pero otras veces hasta molesto. ¿Qué no podían crear una situación sólo parecida? ¿De verdad debía ser idéntica? Mmm...
Ahora las diferencias más notables me parecieron justamente en la parte amorosa de la protagonista Mathews. En el primer capítulo y por casualidad conoce a Lucas, un texano que es nuevo en la ciudad y que casualmente comparte clase con ella. Ambos se gustan desde el inicio, pero no de inmediato se enamoran. Y eso me encantó, porque puedes ver como es que una chica empieza a ver con sus ojos el amor, y como un chico normal, no se abalanza a ella, sino que trata de medir la situación y tiene sus dudas, pues llega un punto en el que tiene que hacer una difícil decisión y elegir entre dos chicas que le gustan... (spoiler: elige a Riley).

Otra cosa que era diferente es la relación de Riley con su único hermano menor Auggie, quien se vuelve parte de sus experiencias de vida, pero que tiene su historia propia, que a veces se siente alejada de la de su hermana. Sí, Erick también tenía una vida aparte de Cory, pero sentía que la historia de ellos se podía complementar, con Auggie, hasta sobra un poco.

Y lo que he de recalcar es que Riley en la 3ra temporada logró de forma orgánica algo que Cory no pudo: tener más amigos. La relación de ella y Maya es eterna, pero no única ya que encuentran apoyo en sus amigos Farkle, Lucas, Isaiah y Smackle, que aunque sean completamente diferentes, forman un grupo bastante empático.


Ahora, ya luego de decir que no me gusta, aquí va lo que encantó: jugar con la nostalgia.

Esa es la parte del show que sí estaba dirigido a nosotros, los antiguos fans. Cada que aparecía un personaje de la vieja camada se sentía una fuerte emoción, porque son personajes que quisiste y con los cuales se compartieron casi 7 temporadas.

Ver a Minkus (con todo y su giro de tuerca al descubrir que sigue presente en la vida de los Mathews), los abuelos Mathews, el inolvidable señor Feeny, el profesor Tunner (quien casi adopta a Shawn), Angela (la ex novia de Shawn que sigue siendo un dolor de cabeza para él), Harley (uno de los que se dedicó a molestar a Cory haciendolo casi su cuñado), incluso hay un extraño cameo entre las 2 actrices que realizaron el papel de Morgan, la hermana menor de Cory, y por supuesto, el magnifico, siempre cómico y a veces incomprendido "señor de las ardillas" Eric Matthews.

Pero lo mejor, lo mejor de todo es ver de nuevo en acción a Cory y Shawn. Son pocos capítulos en los que podemos ver de nuevo la amistad de estos dos hombres, pero al verlos juntos es como si el tiempo no hubiera pasado en ellos. Y la verdad es que lo amé. Y sí, puede ser que la relación de ellos sea una copia con la de sus respectivas hijas, pero ellos superan por mucho esa relación de amor, amistad, complicidad e incluso inmadurez.

En fin, el mundo de Riley es muy parecido al mundo de Cory, sin embargo ambos están adaptados para las diferentes generaciones, aunque no lo parezca, los problemas de una adolescente de 16 años no es lo mismo ahora que hace ya casi 20 años (justo en la vejez). He leído bastantes comentarios de chicas adolescentes que aman el show, a los actores y la historia, pues como en los 90, las situaciones son a veces muy comunes, y por ser así, la gente logra una identificación muy fácil con los personajes, pues todos hemos tenido un mejor amigo, un amor secreto que nunca es secreto, amigos, padres que no siempre nos entienden y maestros que cambian nuestra forma de ver el mundo.

Me gustó, no pude dejar de ver la serie hasta el final (con todo y sus capítulos de relleno) y desafortunadamente esta ya fue cancelada en Estados Unidos debido a que no tenía una audiencia tan alta como la que ellos esperaban. Y eso me partió más mi corazón nostálgico, pues con eso ya fue definitivo el fin del mundo de los Matthews, sus aventuras y desventuras siempre en compañía de sus seres queridos.

Si fuiste fan de "Aprendiendo a vivir", no tengas miedo de verte infantil viendo "El mundo de Riley", te va a gustar ver el punto de vista de la hija de los inolvidables Cory y Topanga, saber qué fue de nuestros personajes queridos y ¿por qué no? Volver a reir, llorar y recordar como cuando estábamos en los 90.


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