enero 11, 2011

§Original//La adopción, parte 2§

Título: Always 
Capítulo: 3 "La adopción, parte 2"
Fandom: Twilight/Propio
Claim: OC
Resumen: Amistad a escondidas.
Notas: No todo podía estar bien ni ser felicidad para Keane. Muajaja
Espero algún comentario. J


Capítulo 3. La adopción (Parte 2)

A partir de ese momento Bridget y yo nos hicimos buenos amigos. Era obvio que aun no nos debían de ver en la escuela, estaba prohibido y lo que menos quería era verla en problemas, entonces nos empezamos a ver a escondidas, lo mejor era cuando nos pasábamos las notas: ella tiraba papeles cerca de donde estaba yo, los recogía y leí su mensaje. Cuando iba a responder iba a su siguiente salón, escribía la respuesta en el pizarrón, llegaba un minuto después y lo borraba.

Así estuvimos varios meses, siendo amigos en secreto.
Me gustaba mucho la situación. Era una gran excusa para no irme de ahí, tenía un motivo para estar en un lugar. O eso quería pensar.

A finales de diciembre, mientras todas las chicas del colegio se encontraban de vacaciones con sus familias, yo me quedé con Monsieur Pierre en el colegio. Pasé una bella navidad con un ser que me protegía y quería. No podía pedir más. Me despedí de Monsieur Pierre en la noche de navidad y me fui a dormir...

Pero él ya no despertó después. Me quedé huérfano de nuevo.

El director de la escuela se movió y preparó el funeral de inmediato. Monsieur Pierre era una persona muy querida y toda la escuela regresó sólo para despedirlo.

Yo estaba consternado, perplejo. Los maestros me iban a dar el pésame, pero yo ya no sabía nada ¿qué iba a ser de mí sin Monsieur Pierre? ¿Dónde me iba a quedar? Le planteé eso al director y me dijo que podía quedarme en la escuela hasta enero, porque después iban a contratar a un nuevo intendente, y yo aun era menor de edad y ni pensar en contratarme a mí.

Me iban a echar de nuevo y volvería a vivir en la calle.

Bridget se acercó a mí, ya sin pena de qué le fueran a decir, decía que era su amigo y que no rompía ninguna regla no estando en clases. Me pude desahogar con ella, lloré con ella y nos quedamos juntos hasta que nos dio la media noche.

- Voy a encontrar una solución, ya verás - me aseguró cuando se marchó. Yo le sonreí agradecido, sabía que no podía hacer nada por mí, nadie podía hacerlo.

Pero me equivoqué.

Cuando estuve a punto de marcharme del colegio llegó Bridget con su padre, un impresionante señor que estaba seguro me iba a golpear por hablarle a su hija, sólo que me fue a hablar con muy buenos términos. Era un señor que quería escuchar por si mismo todo lo que Bridget ya le había contado.

- ¿No tienes donde quedarte?
- No.
- ¿Y a donde pensabas ir entonces?
- A donde no estorbara.
- ¿Y eso dónde es? - me encogí de hombros y él se quedó pensando. Recuerdo que me tomó del hombro y me alzó como muñeco de trapo - ve al coche con Bridget.
- ¿A dónde vamos?
- Ya verás.
- ¿Me quiere llevar a un orfanato? Ya casi soy mayor de edad y no necesito que me encierren y...
- Cállate Keane - me ordenó y me señaló la camioneta donde Bridget me saludó, y sin más remedio fui a ella.

El señor arrancó y nos llevó lejos de ahí: a su casa. Sentí un gran alivio al no ir a un hospicio, aunque empezó la incertidumbre porque nadie me decía nada.

En su casa conocí a la mamá de Bridget, una señora que me abrazó tan rápido como me vio. Era tan bella como Bridget, pero más grande y de cabello oscuro. Me ofreció la cena, dormir si quería y ropa nueva para cambiarme, pero yo estaba tan confundido que no podía hacer nada, me hacía para atrás y rechazaba todo. Lo único que quería era irme de ahí para que no regresaran a un orfelinato.

Bridget insistía en que me quedara ahí, dijo que iba a dormir en su casa y que no intentara escapar, me pidió que se lo jurara y yo le di mi palabra. Toda la noche me quedé sentado en la cama, no me moví del cuarto que me asignaron.

Sin embargo todo eso era tan extraño. El cuarto era enorme, la comida caliente y la ropa nueva. Me sentí como un vagabundo que no era de ese lugar.

En la mañana Bridget me dio los buenos días tan sonriente que iluminó el cuarto, me tomó de la mano y me llevó al jardín. Nos detuvimos en el árbol de limones, se sentó y me jaló con ella, ahí me confesó su plan. Ella había hablado con sus padres para que me convencieran de que me adoptaran como su hijo, así ya tendría un lugar donde vivir, donde estudiar y lo mejor, un motivo para no separarnos nunca.

Me quedé pensando en eso una y otra vez... juntos, estaría junto a alguien. Tendría una familia y una razón para estar en un lugar mucho tiempo, tal vez más del que jamás pensé antes. Pero no sabía a qué podía atenerme, por un lado su familia decía que me trataría como su hijo, pero no sabía cuánto me duraría el gusto y por otro estar con Bridget como hermano era limitarme a las cosas que yo sentía por ella. No podía arriesgarme a estar lejos, aunque fuera como hermano, o como el jardinero de su casa, no quería que se fuera de mi lado.

A la mañana siguiente acepté, Bridget brincó y sus padres corrieron a abrazarme. Por extraño que me pareciera, estaría al lado de una familia que me aceptaba, me quería y que, aunque no lo supiera en ese momento, en el futuro se convertirían en mi verdadera familia.

Desde ese momento sería siempre Keane Osman Freire.

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