noviembre 08, 2010

§Drabble//La llegada a Leicester§

Título: More Than Us
Capítulo: 9 "La llegada a Leicester"
Fandom: Los tres mosqueteros/20 años después
Claim: OC/D’artagnan

Resumen: Hay planes y sueños que se deshacen en un parpadeo.
Notas: No, creo que por ahora ninguna :)

“La llegada a Leicester”

D’artagnan jamás había estado tan enamorado. Bueno, sí lo había estado muchas veces, pero ninguna como esta. El aire de Inglaterra le parecían frescos, el color verde con destellos cafés de los arboles daban un tono especial al camino, hasta el hecho de no cruzar ninguna palabra con el cochero de la Condesa no le molestaba ya.
Le sugeriría que se casaran, no, eso sería muy pronto. Entonces le sugeriría que se fuera a Francia con él, podría aceptar, a menos que se quiera quedar con la condesa. No, no se quedaría, estaba convencido que la convencería para que se fueran juntos una vez de que la condesa llegara a su destino.

Suspiraba alegre, tanto que el cochero no dejaba de sonreírle.

- Si pudieras hablar francés te contaría lo que quiero hacer. – le dijo al cochero que volteó, dijo algo en inglés – bueno, no importa, el problema de los ingleses es que se limitan a sólo saber un idioma. Yo hablo catalán ¿Tú hablas catalán? – Preguntó lo último en ese idioma, pero el cochero sólo frunció el ceño – claro que no lo hablas. Yo hablo castellano ¿Tú hablas castellano? No, claro que…
- Sí, hablo castellano.

D’artagnan se quedó mudo, pero eso se le quitó de inmediato. Tener alguien con quien charlar era lo último que le faltaba para sentirse más contento.

El camino se fue más a gusto. D’artagnan hablaba y hablaba sin contenerse, de pronto ya le estaba hablando de Cosette y de lo que planeaba, y la sonrisa del cochero se apagó.

- ¿No lo sabe, verdad?
- ¿Saber qué? – preguntó el teniente con un leve dolor de estómago anunciante de una mala noticia. - ¿qué es lo que no sé?

******
Cosette se apretaba las manos tratando de secar el sudor de ellas. Noleen iba justo frente de ella con la mirada severa que la caracterizaba. Cosette evadía la mirada una y otra vez tratando de mirar la ventana, el piso, el techo, sus manos, pero todo la hacía sentir más fuerte el regaño de Noleen.

- ¡Basta! ¡Déjame en paz!
- No le estoy haciendo nada a la condesa.
- No seas hipócrita, si vas a decir algo hazlo ya, no voy a soportar el resto del camino con este silencio que me está volviendo loca.
- Callo condesa porque si hablo me volvería a callar.

Cosette giró los ojos, sabía que era cierto, sin embargo no la callaría por sus palabras, sino porque ya no aguantaba el remordimiento de su cabeza. Tuvo oportunidades para decirle la verdad y en todas tuvo tanto miedo que no dijo nada.

Y ahora estaban tan próximos a llegar y quisiera o no se descubriría todo, se descubriría su engaño.

*****
- ¿Por qué calla John? – el cochero no quitó la vista del camino y de pronto la tranquilidad y felicidad de D’artagnan desaparecieron.

Suspiró tratando de controlar los nervios. Trató de recordar lo que había planeado. Se casaría con Cosette, no, sería muy pronto, entonces sólo le pediría que se fuera con él a Francia, ella aceptaría, aceptará.

Por primera vez dudó.

*****

- ¿Se cambiará de ropa, Condesa?
- No.
- ¿Llegará con su madre así?
- Sí.
- Condesa, su madre la va a reprender si la ve así, le dirá que…
- Gracias Noleen, me basta y sobra con una madre como para tener dos. – La verdadera dama de compañía tragó un coraje y frunció el ceño. Se tranquilizó pensando en que llegando todos le darían la razón, la testarudez de la Condesa no le ayudaría esta vez.

*****
A lo lejos se comenzaba a vislumbrar el castillo de la Condesa de Leicester, un lugar por demás enorme con una arquitectura medieval que dejó impresionado a D’artagnan. Esa sería la última parada y después se iría de ahí con Cosette. Regresaría a Francia con algo más que la vivencia de un viaje y una misión.

Cosette miró el castillo. Tantos años de haberlo dejado y ahora regresaba como una prisionera con condena de por vida. El estómago se le revolvía, la cabeza estaba a punto de estallar. Sería hora de la verdad.

John detuvo el coche justo en la entrada donde pidió que lo dejaran pasar, al reconocerlo le abrieron las puertas. Una mansión más impresionante y bella apareció frente a ellos, y sin que lo supieran, D’artagnan y Cosette se mordieron el labio de los nervios. El coche se detuvo frente a unas escaleras que daban a la puerta principal y John bajó a abrir el coche. Extendió la mano y apareció Cosette. D’artagnan la miró y su preocupación disminuyó. Ella volteó y le sonrió de forma triste.

- D’artagnan - el teniente bajó de un brinco para acercarse a ella. – D’artagnan hay algo que tengo que decirte.
- Yo también, pero…
- No, D’artagnan escúchame… - le tomó la mano - yo no he sido honesta, yo…
- ¡Hija! – gritó una mujer emocionada que al verlos corrió a ellos. Cosette palideció y quitó la mano de D’artagnan. Contuvo la respiración. – ¡Hija, no sabes qué alegría verte!

D’artagnan apenas pudo notar cuando Cosette quitó su mano, cuando la señora bajó y cuando no corrió hacia Noleen, sino hacia Cosette. El teniente volteó confundido a ver a Noleen y ella también lo hizo pero con una sonrisa de satisfacción.

- Mi querida Cosette – dijo la señora cuando se separó de ella – bienvenida a tu casa, hija mía.

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